Te voy a contar un secreto, hace unas semanas viví una de las experiencias más bonitas y mágicas de mi vida. No se si has oído hablar de la cena de los sentidos…
Antes de contártelo te pongo en situación. Soy una persona a la que le gusta probar para sentir, tocar para conocer, mirar para entender, escuchar para saber. Vivir y experimentar como si fuera el último día de mi vida, disfrutar de cada cosa aparentemente insignificante pero sorprendentemente gratificante, trabajar como si todo fuera a acabar esta noche, reír como si fuera la mejor anécdota escuchada, bailar como si fuera el último baile y amar como si fueras la útima persona que pasa por mi vida.
Me gusta, como a la mayoría de la gente, salir a comer/cenar de vez en cuando a algún restaurante bueno (y caro!) pero desde que emprendí esto había dejado de ser posible..
Además, me encanta el teatro, la comedia, la interpretación, me apasiona la música, los musicales, la ópera y si van unidos a la gastronomía, saben aun mejor. Eso pasa en la cena de casi todos los sentidos.
No voy a describir todo lo que sentí porque es imposible hacerlo con palabras y además, no creo que sea bueno para ti ya que me gustaría que por lo menos una vez en la vida lo vivieras, lo sintieras.
¿Qué pasa? Entras a un mundo desconocido, oscuro, sin luz. Apagas el móvil, no puedes tuitear, ni instagramear, ni feisbukear, ni guatsapear, no puedes contar lo que pasa, no ves lo que pasa, ni puedes encender el shazam para saber que canción suena. Solo debes dejarte llevar y confiar…
Frio, intriga, descontrol, calor, miedo, melancolía, recuerdos, olores, sentimientos, daño, sabores, aceleración, tristeza, tranquilidad, empatía, tacones, seda, alegría, ingenuidad, sorpresa, música, flores, lluvia, él, sueños, ardientes, risa, desesperación, pasión, humedad, excitación…
Durante más de dos horas puede sentir y disfrutar de todas esas sensaciones y alguna más. Cada vez que lo recuerdo sonrío, incluso tengo ganas de llorar. (Como cuando vas por la calle y sonries porque algo te ha venido a la cabeza, o lees un whatsapp gracioso y piensas: si alguien me ve va a creer que estoy loca.)
Esa locura. Bendita locura…
Por suerte, o por desgracia, soy una persona muy sentimental a la que todo, bueno y malo le afecta, y más en esta etapa de mi vida en la que no se que va a ocurrir mañana, que está llena de tanto y vacía de poco. Pero que es, en definitiva, la que he elegido, es intensa. Para algunos demasiado intensa. Para mi bella, afortunada, dura y llena.
Me acuerdo de esa noche y sonrío. Imagino. Pienso. Recuerdo. Vuelvo a sonreir. Suspiro…
Cómo puede un olor transportarte a una edad. Cómo un sabor puede hacerte dudar. Cómo una caricia puede hacerte sentir. Cómo un baile puede hacerte llorar. Cómo un sonido puede hacerte reír. Cómo una noche puede hacerte volar.
Gracias al equipo de la cena de los sentidos por su trabajo, “hay gente que ha venido a este mundo a hacer feliz al resto…”. Javi, estoy totalmente convencida.