Imagina que trabajas en las oficinas de un edificio altísimos de Madrid. En la 8ª planta, rodeado de enormes ventanales por los que entra la luz y tienes una vista preciosa.
En la empresa trabajan 45 personas. Es una planta diáfana con mesas, ordenadores, con dos salas de reuniones separadas por cristales, una cocina pequeña, una sala de relax con garabatos en las paredes, baños y dos despachos donde están los jefes.
Hay una chica que te gusta, pero ella aún no lo sabe. Ella mira mucho al guaperas del grupo, el que le guiña el ojo a todas horas, le sonríe, le invita a veces a tomar café, le envía cadenas de mails por Hotmail…. La verdad es que es un poco pesado, y lo sabes.
A ti prácticamente ni te mira, pero vamos a intentar atraerla, seducirla de algún modo sin ser spam como tu compañero.
Un día te levantas y te vas a la cocina. Ella acaba de entrar, sabes más o menos a qué hora para a tomar algo. Ella intenta sacar un capuchino de la máquina pero una de sus monedas sale una y otra vez, no quiere entrar. Tú se la cambias por otra de 20 céntimos. (No he dicho invitar, he dicho cambiar) Es el primer contacto. Sigamos. Tengo un plan 😉
A la semana siguiente subes con ella en el ascensor, te mira, tu aprietas el botón y subís hasta la octava planta juntos. Le cedes el paso. Ella te lo agradece. Sigue sin saber ni como te llamas. Aguanta!
Unos días más tarde quedan unos cuantos a tomar cañas pero no te invitan. Aún no se han dado cuenta de lo simpático que eres, gracioso, listo, resolutivo… y tímido. Tranquilo, solo tienes que tener paciencia, ya llegará tu momento.
Dos días más tarde se pone a llover a la salida del trabajo y ella no tiene paraguas. Le dices que vas hacia el metro y que podéis ir juntos hasta allí. La tapas más a ella que a ti, no quieres que se moje. Siempre lleva el pelo suelto y suele ir con tacones. Le ayudas. Ella te pregunta tú nombre. (bien!!)
Al día siguiente pasa por tu mesa y te pide grapas, se le han acabado. Resulta que a ti si te quedan, pocas, pero te quedan. Se las das. Sonríes. Aprovechas para preguntarle si ya le funciona bien el ordenador, escuchaste que tenía algún problema. Ella asiente y te da las gracias. 😎
Esa misma tarde traes una bandejita de pasteles a la ofi para merendar. En la cocina algunos comen, otros conversan y otros hacen fotos para Instagram. Ella pone en su foto “Que ricooo, me encanta el chocolate sin leche #ñam”. Ya sabemos algo más de ella. Apunta, le gusta el chocolate puro. En algún momento te puede servir esta información.
A la mañana siguiente le dejas un posit en su mesa. “Me alegro de que te gustase la merienda. Está hecha con cacao puro, me han dado la receta. ¿Me das tu mail y te la envío? Ah, y aquí tienes más grapas.”
Al rato recibes un correo electrónico: Gracias por las grapas!! 😉
El guaperas, sigue echándole los trastos, le invita a cenar, se pasa por su mesa varias veces al día, le envía mensajitos por whatsapp. Sus conversaciones a la hora del café son repetitivas, siempre hace lo mismo, es un poco cansino, la verdad!! Pero es el más popular, el guaperas, el malote al que todos conocen e invitan a sus fiestas. El guay!
Tu tranquilo, sigue currándotelo. Tienes que tener paciencia. Hay que enamorarla poco a poco, seducirla, que se acuerde de ti en un momento determinado, que te busque cuando le hagas falta. Si lo consigues, la tienes en el bote!!
Viernes por la tarde, quedáis pocos en la oficina, teníais que acabar un proyecto. Sois 5 personas y decidís ir a tomar unas cañas. Empezáis a hablar. Ella te pregunta de dónde eres, cuantos años tienes, dónde vives… Lo normal, vaya. Te pide el teléfono. No te llamará ni te enviará mensajes de momento, pero ya lo tiene. Te hace una perdida y lo guardas. Vas por buen camino.
Pasa un mes.
Un sábado a mediodía, mientras pones una lavadora, recibes un mensaje.
– “Hola, que tal estás? Iba a salir a tomar algo por la Latina y me acordé de que vives cerca.. ¿te apuntas? 😛 “
(Relájate, respira, no te precipites pero tampoco tardes mucho en contestar que se te escapa!!)
–“Ok! ¿En medía hora nos vemos?
–“Perfecto, te mando la ubicación”
Ella te invita a la primera ronda. Tu te dejas. Ya pagarás la segunda. (o la tercera!)
Repetís al día siguiente.
Ella se lo cuenta a sus amigas.
Volvéis a quedar. Cenáis.
Sube una foto juntos.
El Inbound marketing va de eso, de atraer, de enamorar a los usuarios. De que te encuentren sexy y te la lleves a cenar, o “al huerto”. El marketing tradicional, el de siempre, es el compi pesado, el que se pasa el día intentando ligar con la chica, sin saber lo que realmente le gusta, solo sabe conquistarla por insistencia.
¿Quieres llevártelos al huerto? Ten un plan.
Necesitas contenido de calidad que te posicione, que ayude a los usuarios, que sea útil como esa receta de chocolate, o ese paraguas en el momento oportuno. Nadie dijo que ligarte a esa chica iba a ser fácil.
Considera las redes sociales como un canal de comunicación directo, un posit, un saludo. Que vean lo guapo que te has puesto hoy, que sonríes y que tienes una buena conversación. Qué estás para cuando te preguntan algo.
Sorpréndelos, da cosas a tus usuarios de forma gratuita para que te conozcan y te den sus datos (mail, etc) Ebooks, regalos, grapas…. 😉
Sigue creando contenido, prueba con el email marketing. Los resultados serán a largo plazo, pero lo conseguirás. Paciencia.
Y cuando ella esté coladita por ti, cuídala. No te descuides, no pierdas el encanto, no te duermas en los laureles. Una relación es cosa de dos, tienes que estar pendiente de ella pero sin agobiarla. Tienes que acordarte de su cumpleaños, hacerle un regalo. Cuéntale tus novedades, qué haces en tu trabajo, hazle alguna propuesta que no pueda dejar escapar… Vive a tope tu relación porque no sabes que día se va a cansar de ti y te va a dejar por otro, te va a sustituir o, en el mejor de los casos, te va a fidelizar, quiero decir, te va a pedir matrimonio! 😆
Y tú ¿haces Inbound marketing o te tocas?
Que bueno el artículo clara, me ha ayudado mucho, ya que muchas veces se espera resultados a corto plazo, sin mover un dedo. Saludos
Gracias Alfredo por tu comentario 😉
Genial, super gráfico. Igualmente hay que currárselo con los clientes ; )
jajaja gracias María. A seguir currándoselo! 😉
Muchas gracias Clara por el artículo. Gráfico y original. Me gusts tu estilo. Comparto en twitter 😉
Hola Rocío!! jejeje muchas gracias por tu comentario. Mi estilo es muy Barrio Sésamo, es de ir por casa.. jajajajja 😀
Muy buen artículo ????☺️. Apetece seguir lellendo
Clara, te dejo un pakete d grapas encima de la mesa
Simplemente ufff…. aun espero la segunta parte….!!! jejejje
Excelente, Saludos..!!
Alguna vez he utilizado a partir de técnicas “antiguas” para ligar, en qué consistía Inbound Marketing. Me ha encantado tu Post. Me engancho a tu blog… Gracias.
Gracias a ti ^_^
Mejor así como dices, Clara. Ir poco a poco y hacerse el interesante (con humildad, por supuesto), estar ahí cuando nos necesite, tener esos detalles de los que hablas y saber cosas, detalles, de sobre la persona que quieres conquistar también ayuda.
Gracias por tu comentario Miguel 😉